Citrullus Lanatus / Cucurbitaceae
La sandía es un fruto grande y de forma más o menos esférica que suele consumirse cruda como postre. Su pulpa es de color rojizo o amarillento y de sabor dulce. Resulta un alimento muy refrescante que aporta muy pocas calorías al organismo, también aporta algunas vitaminas y minerales.
¿Cómo saber si estás llevando a tu casa «la sandía» perfecta?
Cuánto más roja sea la pulpa, más dulce y jugosa será. Pero como esto no lo descifrarás hasta después de haberla abierto, elige la que sea firme y simétrica, sin golpes ni cortes; debe ser pesada, y del otro lado debe tener un punto o marca de color amarillo llamado ‘punto de apoyo’ ya que es sobre donde la sandía maduró al sol.
Propiedades nutricionales
- Es buena para el corazón. Contiene citrulina, que se transforma en arginina. Estos aminoácidos ayudan a mantener la elasticidad de las arterias y los vasos sanguíneos, favorecen el flujo sanguíneo y contribuyen a una correcta función cardiovascular.
- Ayuda a bajar de peso. Esta fruta es baja en grasa y calorías pero rica en nutrientes. Tan solo aporta 30 calorías por 100 gramos. Es una excelente solución para acabar con el “gusanillo” de media mañana y además es muy fácil de preparar para llevar al trabajo.
- Es buena para los ojos. Como hemos dicho, la sandía es una gran fuente de betacarotenos, que en el organismo se convierte en vitamina A, excelente para prevenir la degeneración asociada con la edad. Asimismo, contiene vitamina C, antioxidante que reduce el riesgo de cataratas.
- Reduce la inflamación. Su alto contenido de antioxidantes convierten la sandía en una fruta excelente para combatir la inflamación. Tomar un vaso de zumo de sandía diario podría reducir el riesgo de padecer enfermedades como la artritis, el asma o el cáncer de colon.
- Sube los niveles de energía. Contiene vitamina B6 y magnesio, ambos contribuyen a que el cuerpo tenga energía durante todo el día.
La sandía amarilla
La sandía amarilla es también conocida como sandía melón, Melchora o Graciosa. Los agricultores aseguran se surgen de manera natural, aunque no consiguen ponerse de acuerdo cómo surgió, algunos aseguran que se debe a alteraciones en la mineralización del terreno, o por la polinización natural que combinó propiedades de la calabaza y sandía.
Según los expertos, el color de su pulpa es debido a que posee una gran cantidad carotenoides, pigmentos vegetales naturales que son muy buenos para evitar la degeneración de la mácula de los ojos.
Además, las personas que consumen esta fruta con regularidad parecen tener un mejor sistema inmunitario, lo que evita que adquieran fácilmente enfermedades.
Las «sandías amarillas» crecen en Salamanca, España, y es difícil diferenciarla de una roja hasta que la abres. Por lo mismo, los agricultores tienen especial cuidado con ellas, conservando sus semillas para continuar reproduciéndola.
¿ Por qué el color amarillo ?
Sobre su origen hay versiones de lo más pintorescas, aunque la explicación real es bastante sencilla: la presencia de un pigmento vegetal (carotenoides) es el culpable de que el interior sea amarillo en vez de rojo. Ni siquiera se trata, por cierto, de una variedad o especie diferente a la sandía roja de toda la vida.
El punto es que mediante la fotosíntesis de los carotenoides se aporta este color amarillo singular en este producto. Incluso algunas investigaciones aseguran que tiene una elevada concentración en citrulina, un aminoácido vasodilatador.
Crece en sitios concretos, donde han sabido salvaguardar el secreto de las semillas o la tierra. En las comarcas Vitigudino, Salamanca y en algunos puntos de la sierra de Francia.
Gustativamente suele ser más dulce que la sandía roja, pero en esencia goza de un claro sabor a sandía (faltaría más).
Alba López
Brocheta de Pollo con Sandía amarilla, pimiento rojo y champiñón
Ingredientes (4 personas)
- 500 g pechuga de pollo
- 300 g pimiento rojo
- 250 g champiñón
- 400 g sandía amarilla
- 10 ml salsa de soja
- 1 lima
- 50 g cebolla
Elaboración
- Cortar la cebolla en brunoise, mezclar la salsa de soja, zumo de lima y 50 ml de agua en un bol.
- Cortar el pollo en cubos medianos. Marinar en la mezcla anterior, al menos durante 10 minutos.
- Mientras tanto, cortamos el pimiento y sandía en cubos grandes, de tamaño similar al pollo. Limpiar los champiñones.
- Escurrir el pollo de la marinada. Ensartar en palos de brocheta, intercalando ingredientes. Procura que la primera y última pieza de la cadena sea un trozo de sandía amarilla.
- Asar en plancha por todos lados, juega con el fuego para conseguir la correcta cocción del pollo.
- Sirve acompañadas de mézclum con dados de queso fresco y tomate cherry. Aliña la ensalada con una limoneta elaborada con zumo de lima y aceite de oliva. Decora con semillas de sésamo.